La ortodoncia es una ciencia que se encarga de todo estudio, prevención, diagnóstico y tratamiento de las anomalías de forma, posición, relación y función de las estructuras dentomaxilofaciales; siendo su ejercicio el arte de prevenir, diagnosticar y corregir sus posibles alteraciones y mantenerlas dentro de un estado óptimo de salud y armonía, mediante el uso y control de diferentes tipos de fuerzas.[1]
El afán por corregir los dientes apretados, irregulares o salientes es muy antiguo, pues hay constancia de que ya en el siglo VIII a.c. se intentaba solucionar tales anomalías. Entre los hallazgos arqueológicos del mundo griego y etrusco figuran aparatos ortodónticos de magnífico diseño.[2]
Los tratamientos de ortodoncia generalmente se llevan a cabo con brackets que pueden ser metálicos o estéticos.
[editar] Brackets metálicos
Los brackets metalicos son los más comunes, debido a que son confiables, resistentes y la fuerza que aplican no se compromete por lo que el tratamiento tiende a ser más corto.
[editar] Brackets de cerámica
Son de gran calidad y no tienen los inconvenientes de los de plástico, aunque su costo es mayor.
[editar] Brackets estéticos
Se pueden encontrar diversos materiales con los que se elaboran brackets estéticos: plástico, cerámica, zafiro o policarbonato, siendo los de zafiro y cerámica los más resistentes, no cambia su color y es recomendable para todas las maloclusiones. Debido a que si se muerde de manera errónea podría llegar a causar dolores y heridas.
[editar] Brackets camaleón
Son transparentes y permiten la reducción de la fricción con la consecuente reducción de la duración de la totalidad del tratamiento así como la reducción del tiempo de sillón en la clínica por el cómodo sistema de tapa de cierre
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